4 Comentarios

1. Hogar De Cristo el 21 julio, 2020 a las 7:38 pm

   Confiamos que el recuerdo de un ser querido se mantendrá siempre presente en sus corazones. En Funeraria Hogar de Cristo tenemos el propósito de acompañarlos en el homenaje para dignificar la vida en un momento que trasciende, para esto los invitamos a expresar sus condolencias, encender una vela, compartir un abrazo, regalar flores o subir sus fotografías.

2. Rosa Ester Arellano el 22 julio, 2020 a las 7:01 pm

   Mi mas sentido pesame a su esposa y primos por el fallecimiento del tio Marco. Hermano menor de mi papa siempre fue muy apreciado por nuestra familia. Que el Señor lo tenga en su gloria. QEPD

3. Beatriz el 22 julio, 2020 a las 7:57 pm

   Querido tío Marco
   Descanse en paz.

4. Norma Parrao Arellano el 4 julio, 2021 a las 5:58 pm

   Este es un intento, un tanto desesperado, de despedirte mi queridísimo tío Marco.

   ¿Cómo ha sido posible que casi un año después me entere por casualidad de tu fallecimiento?

   Lo sé, claro, cuando miro atrás y pienso por qué no te llamé, por qué no te pregunté cómo estaban o cómo iba la vida, como siempre lo hacíamos de tanto en tanto… y parece que fue simplemente porque esta pandemia de mierda nos ha separado muchísimo más de lo que nos imaginamos… ¡qué tristeza más grande que ya no sea posible ir a verlos o llamarte por teléfono!

   Todo este tiempo ha sido siniestramente lento y rápido a la vez… el 18O del 2019 me pilló fuera de Chile, volví al país con una gripe terrible que pasé como una refugiada en el campo, tratando de recuperarme con un cóctel de remedios y pensando que de verdad tampoco quería ver los estragos que habían quedado en ese Santiago destruido y que ambos lamentaríamos tanto. Regresé a la ciudad en marzo al cumpleaños del hijo y nietos por última vez antes que todo se cerrara… vimos con espanto cómo se sucedían noticias, estadísticas y peleas de cómo abordar un virus desconocido que atacaba sin piedad al mundo entero. En ese vértigo, en el que muchos creían sencillamente que no era real, otros aterrados corrimos a perdernos, lejos del hacinamiento y la desesperación de las grandes ciudades.

   El mundo se cierra y se encierra, y tú te vas de él tío querido, justamente porque no quisiste pasar tus últimos años sin salir a comprar por tu barrio, sin caminar por esas calles que conocías de memoria, sin poder conversar con vendedores, vecinos y todos los que pudieran hacerte sentir que estabas más vivo que nunca… tú, que navegaste por todo el mundo sintiendo el viento salado de mares lejanos en tu piel ¿cómo te podían pedir que te encerraras?

   Quiero creer, con la poca fe que me queda, que te encontraste con mi mamá y con la tuya, esa abuela que me quiso tanto y que me decía que era su estrellita… estarás por fin libre navegando nuevamente por mares infinitos, disfrutando el viento suave y salado en tu piel de joven marino, alegre y divertido, riendo y mandándonos abrazos cariñosos como siempre cuando nos encontrábamos y me decías “¡Normita!”

   Descansa en paz tío tan querido, ya nos veremos y podremos seguir con las conversaciones que sólo pretendían arreglar el mundo en nuestra imaginación.

   ¡Un abrazo eterno!